Por Autores y Publicaciones
Dr. Miguel A. Chiarpenello (1938 - 2018)*
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LA CREACIÓN EN 1968 DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO.
Publicado el 16/12/17
Uno de los logros culturales más trascendentes de la región.
Por Miguel A. Chiarpenello *
Miembro de la Junta de Historia de Rosario
Su creación. Cuando recordemos el 49º aniversario de la U.N.R. estaremos rememorando la concreción de una legítima aspiración cultural que tenía la ciudad y su zona de influencia. Rosario ya por entonces disponía de varias facultades dependientes de la U.N.L. con asiento en Santa Fe y tenía entidad más que suficiente para poseer su propia universidad. La dimensión que había alcanzado la U.N.L., con la consiguiente dispersión geográfica, conspiraba contra la noción misma de su existencia, a lo que habría que agregarle el proyecto rosarino, motivando a las autoridades nacionales el dictado de la ley 17.987, el 29 de noviembre de 1968, creando la Universidad Nacional de Rosario. La norma legal fue dictada por el Presidente Provisional Juan Carlos Onganía y refrendada por el ministro del Interior Guillermo Borda y por el secretario de Cultura y Educación José Mariano Astigueta. José Luis Cantini fue el primer rector.
El acto inaugural se realizó el 16 de diciembre de ese año, teniendo como sede el Rectorado para la firma del acta respectiva y el teatro El Círculo para la ceremonia académica. Pocos antecedentes existen de acontecimientos semejantes, atento a que estuvieron presentes todas las autoridades nacionales, provinciales, municipales, eclesiásticas, universitarias, representantes de la industria, del comercio, del campo, de entidades culturales y del trabajo, enmarcados por un numeroso y entusiasta público.
El Himno Nacional, que inició el acto, fue cantado por el coro de la Universidad, integrado por estudiantes y empleados de la misma. Francisco Cignoli y Alberto Arévalo, sus profesores más antiguos, dieron lectura a la ley de creación de la Universidad. Luego los alumnos de más alto promedio, Marta Rabasa y Claudio Hoffer, procedieron a leer el acta de constitución oficial, que fue rubricada por las autoridades presentes.
Los discursos alusivos estuvieron a cargo del rector José Luis Cantini, del secretario de Cultura y Educación, José Mariano Astigueta, del presidente de la Bolsa de Comercio, Eduardo Luis López, del intendente Luis Beltramo y del presidente de la Nación, Juan Carlos Onganía.
La ciudad se unió para celebrar el nacimiento de su casa de altos estudios y agasajó a las autoridades que hicieron posible su concreción con una cena ofrecida por todas las entidades representativas del quehacer rosarino en los salones de la Bolsa de Comercio, a donde asistieron casi un millar de personas.
El desplazamiento de la comitiva oficial por los distintos puntos de la ciudad fue aprovechado por el público, que se agolpaba en las calles para manifestar fervorosamente su adhesión dando muestras de una contagiosa simpatía. Despidiendo a las autoridades les fueron entregadas sendas plaquetas recordatorias de la creación de la Universidad con la inscripción: “La ciudad agradecida”. Todo un símbolo.
Antecedentes.- Reorganización docente.- Después de varios intentos fallidos, el diputado santafesino Jorge Raúl Rodríguez, logra que el Congreso Nacional apruebe la ley de creación de la Universidad Nacional del Litoral que fue promulgada por el presidente Hipólito Irigoyen el 17 de Octubre de 1919. Fue su primer rector José Abalos. Basada en la idea de regionalidad -modelo para su época- la U.N.L. contó en sus inicios con facultades en la ciudad de Santa Fe sede de la flamante universidad, en Paraná, en Corrientes y en Rosario. Nuestra ciudad contó desde entonces, con las facultades de Ciencias Médicas, Ciencias Económicas y Ciencias Matemáticas. El proceso de crecimiento posterior rosarino fue constante. En 1947 se creó la facultad de Filosofía, en 1959 la de Odontología y en 1967 la de Derecho y la de Ciencias Agrarias.
Inmediatamente a su fundación, en 1968, iniciose una amplia reorganización docente buscando una enseñanza altamente moderna. Se crearon entonces las facultades de Bioquímica y de Arquitectura sobre las bases de las respectivas carreras existentes en Medicina e Ingeniería e incorporando definitivamente el parque Villarino en Zaballa para Ciencias Agrarias, terminose de construir el edificio de Odontología y se edificó una nueva Escuela Superior de Comercio. Estructura definitiva tuvieron el Rectorado, la Administración y la Obra Social para el personal, fundándose el Instituto de Complementación para jubilados y pensionados, el departamento de Educación Física, la imprenta, su editorial y construyeron un nuevo comedor estudiantil. Se compuso y se oficializó el “Himno a la Universidad” que define sus elevados, nobles e ilustres propósitos. La primera etapa funcional y organizativa se completa en 1972 con la creación de la facultad de Ciencias Veterinarias.
Evocación. La creación de la Universidad Nacional de Rosario significó, en aquel momento, el hecho cultural más importante en nuestra región. Fue ideada para inculcar una educación superior de alto nivel intelectual y para formar hombres, profesionales dignos y competentes, imbuidos en ese espíritu que perfecciona el saber mediante el conocimiento de la verdad, caracterizado por su integración moral, vocación de servicio y auténtico sentido nacional. Hoy es imperativo reafirmar que la misión de la universidad, es y debe ser siempre, una filosofía de vida cuyo espíritu es el que forja el verdadero soldado de la cultura.
LA CATEDRAL Y SU VIRGEN
Publicado en Cartas de Lectores
La Capital de Rosario (SF)
Jueves 26 de octubre de 2017
Miguel Escudero, tercer párroco de Rosario, recibe el 3 de mayo de 1773 una nueva imagen de la Virgen del Rosario que fuera encargada en la ciudad de Cádiz por su antecesor el sacerdote español Francisco de Cosio y Terán para reemplazar a la primera que fuera entronizada en nuestra capilla en 1731 por el sacerdote criollo Ambrosio Alzugaray, imagen cuyo cuerpo había sido tallado por manos indígenas y su cara por los evangelizadores señalando una unión fraternal entre dos civilizaciones.
La imagen española costó 80 pesos fuertes y medía 43 centímetros de alto y siendo luego fuertemente remodelada y embellecida por el párroco Nicolás Grenón, es la hermosura que se encuentra actualmente en la Cripta de la Catedral.
Fuertes testimonios, como también afirmaciones relevantes por parte de serios historiadores avalan que avanzada la segunda mitad del siglo XVIII y en vista a los insistentes reclamos de la comunidad calchaquí, el párroco Escudero, o en su defecto su inmediato sucesor, haya resuelto entregar a esa comunidad indígena la imagen traída por el padre Alzugaray. Es razonable deducir que esa actitud fuese tomada por el dictamen del gobernador Echagüe y Andía que ante la solicitud indígena manifestó que "por razón de derecho es razonable acceder al requerimiento de la comunidad calchaquí" (devolución de la imagen).
El sacerdote franciscano Fray Lucas de Leguizamón, entre otros, reclama también varias veces la imagen de la Virgen del Rosario para esa comunidad. La negativa del padre Alzugaray, en su momento, permitió la imposición del nombre de Rosario a lo que hoy es nuestra ciudad. Se tiene constancia que estimadamente entre los años 1774 y 1775 los aborígenes, en situación difícil para su existencia, le ofrecen esa imagen en la ciudad de Coronda a Doña María de las Mercedes Cabral de Leiva, esposa de Manuel Leiva, que constituían una familia muy culta, creyente y conocedora de la historia y tallados religiosos de la región, quienes al comprobar su autenticidad la truecan a los indígenas por varias onzas de oro. Inmediatamente en su casa concurrían gobernantes, políticos, docentes, militares, sacerdotes, monjas, historiadores, investigadores y muchísimos fieles que veneraban a la Virgen del Rosario.
A pesar de los insistentes pedidos de entidades religiosas o gubernamentales, la familia Leiva nunca quiso desprenderse de esa imagen compartiendo durante más de dos siglos su pertenencia entre sus descendientes. Su última poseedora, Perla Picabea de Vitri, residente entonces en Rosario y ante el cambio de destino hacia Buenos Aires de su esposo, comandante de Gendarmería Nacional, y desoyendo requerimientos familiares, decidió entregar la imagen, la primera, la que fortaleció el origen de la ciudad y le dio su bello nombre, y para que quede "en estas tierras", al Instituto Cristo Rey, ubicado en la localidad de Roldán, en el año 1983 donde se la conserva con mucho cariño y devoción. La ciudad de Roldán, honrándola, denominó con su nombre una calle del municipio.
Miguel A. Chiarpenello*
Miembro de la Junta de Historia de Rosario
Fuente: La Capital miércoles 24 de febrero de 2016 Pág. 23
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EL CONGRESO DE TUCUMÁN
Y LA BANDERA NACIONAL
POR MIGUEL A. CHIARPENELLO
BELGRANO.
Hermano nuestro que estas en el cielo.
Por amor a la patria creaste la bandera.
Hermosa insignia de muy alto vuelo.
Que nos une a todos en la nación entera.
El sistema político posterior a la Gesta de Mayo se desenvolvió siempre dentro de fuertes crisis institucionales. Distintas tendencias, ideas diferentes y proyectos alternativos crearon en 1815 una situación de incertidumbre profunda agravada, además, por la caída del Director Supremo Carlos M. de Alvear. El Cabildo debió hacerse cargo del gobierno de Buenos Aires disponiendo convocar a un Congreso General con delegados de todas las provincias para determinar las políticas a seguir por la incipiente nación. El mismo debería efectuarse en un punto céntrico del territorio nacional afín de evitar conflictos dado que el enfrentamiento entre la capital y el interior era manifiesto. Mientras la capital mantenía una excelente situación económica por los ingresos del comercio exterior, el interior vivía en continuo subdesarrollo que en algunas partes era desastroso.
Estuvieron representadas en el Congreso las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Salta, San Juan, Mendoza, San Luis, La Rioja, Catamarca, Córdoba, Jujuy y Santiago del Estero y diputados de regiones que hoy pertenecen a la república de Bolivia. No concurrieron delegados de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y La Banda Oriental integrantes de la Liga Federal liderada por José Gervasio Artigas quienes sostenían una postura muy crítica al centralismo porteño. Diputados del Alto Perú no pudieron asistir debido a que el ejército español dominaba su territorio. Tampoco lo hicieron representantes del Paraguay que nunca obedeció a las ideas de Buenos Aires logrando por si solo su independencia estableciendo en su territorio un gobierno nacional. Entre los legisladores se perfilaban grupos de distintas actividades: el grupo de clérigos, muy numeroso por cierto; los legistas o profesionales; y los que no poseían títulos como los hacendados o comerciantes.
El Congreso inició sus deliberaciones formales el 24 de mayo de 1816 con diputados de sólo nueve provincias a los que se fueron agregando posteriormente los otros representantes. Tomó resoluciones cuya proyección institucional, política y social fueron la base definitiva sobre la que se constituyó nuestra nación. Nombró el 3 de julio Director Supremo del Estado al General Juan Martín de Pueyrredón diputado por San Luis con la esperanza de lograr la pasificación del país. Posteriormente el 9 de julio por unanimidad de los votos de los congresales declaró caduca la soberanía del rey Fernando VII de España y de toda otra dominación extranjera. Determinó la necesidad de un régimen republicano (federal) como el más promisorio sistema institucional de progreso social y económico. Adoptó como bandera nacional, pabellón determinante de soberanía, la enseña celeste y blanca que había creado el General Belgrano y que fuera presentada a las orillas del Paraná el 27 de febrero de 1812, confeccionada por damas rosarinas, bendecida por el párroco de entonces Julián Navarro, izada por Cosme Maciel y jurada por las tropas en honrosa formación militar.
Rosario, belgraniana de alma, cuna de la bandera, esta orgullosa de su pasado y presente patriótico y de su gente cuyo trabajo y esfuerzo fueron logrando con éxito el fuerte y sólido desarrollo de la ciudad.
Publicado en el diario “La Capital” el 7 de julio de 2015.
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EL CRISTO DEL COLEGIO SAGRADO CORAZON
Fuente: Revista ROSARIO SU HISTORIA Y REGION N° 146/ Nov 2015 Pág. 26 y 27
LA VUELTA DE OBLIGADO
Fuente: Revista ROSARIO SU HISTORIA Y REGION N° 135/ Nov 2014 Pág. 33 y 34
EL NOMBRE DE DOS CIUDADES
Fuente: Revista ROSARIO SU HISTORIA Y REGION N° 133/ Sep 2014 Pág. 13
El autor ha escrito importantes hechos históricos e investigaciones en la Revista Rosario su Historia y Región:
Breve reseña de la existencia del IBR
Es este Instituto el primer centro Belgraniano fundado en el interior del país. Tiene como fecha de creación el 18 DE MAYO DE 1957 y se debe a la iniciativa de un grupo de distinguidos rosarinos nucleados por Víctor Vilela quien tuvo como colaboradores a Guillermo Ruiz Diaz y Alejandro Grüning Rosas, elegido este último Presidente de la 1er. Comisión Directiva. El hecho no fue casual se constituyó en vísperas de la grandiosa jornada inaugural del Monumento Nacional a la Bandera, celeste y blanca que creó el General Manuel Belgrano en Rosario, junto a las barrancas del Río Paraná, como un “Símbolo de Unión y Libertad”.
El objetivo que motivó a los iniciadores del Instituto, según consta, “era aspiración de aquellos hombres y mujeres brindar un sentido homenaje al General, Abogado y Estadista Don Manuel Belgrano, constituirse en un núcleo académico cultural que se dedicara a difundir los diversos aspectos de la vida del prócer y a transmitir los valores que inspiraron su gesta patriótica”.
Larga sería la nómina de aquellos esforzados fundadores, muchos ya no están con nosotros: Sra. Elvira F de Arino, Sra. Merecedes o de Calabrese y los señores: Víctor Añaños, Jorge Acevedo Aspilliaga, Feancisco Arenas, Juan Carlos Bernard, Aquiles Blanc Bloquel, Elías Díaz Molano, Francisco Funes Freyre, Carlos Giannone, Alberto Girand, David Gómez, Ricardo Orta Nadal y Francisco Romero, entre otros.
Los propósitos originales fueron: "el deseo de contribuir a exaltar las diversas facetas de la actuación del prócer, por medio de trabajos históricos y de investigación sobre su vida, su pensamiento y su obra, extendiendo este estudio a los establecimientos escolares primarios y secundarios".
ENTORNO
El Instituto Belgraniano de Rosario tiene su sede social actualmente en calle Santa Fe 581 -Galería de Honor de las Banderas de América del Monumento Nacional a la Bandera- Rosario (SF) Argentina. El IBR tiene Personería Jurídica Nro. 914/00 IGPJ. -18 de Mayo de 1957
Dirección Postal desde donde se recibira la correspondencia por Correo Argentino o Privados: Laprida 1494 Piso 7º Of. C
Telefenos para recibir mensajes de Texto o llamadas: Local 341 426-8432 / Movil 54 341 15-500-8047 / Whatsapp 54 341 9 5008047
Responsable: Eduardo Luis Grassi Vragnizán
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